viernes, 24 de junio de 2022

Síntomas de Enfermedad del Hígado



El hígado es uno de los órganos más grandes del organismo. Su principal función es metabolizar los alimentos y eliminar las sustancias tóxicas de nuestro cuerpo. Algunos trastornos hepáticos originan daños permanentes y, en estas situaciones, un diagnóstico y tratamiento oportunos, pueden representar la diferencia entre una enfermedad curable y una emergencia que puede poner en riesgo la vida.

Al igual como ocurre en muchas enfermedades de evolución crónica, es muy probable que un paciente no refiera ningún signo o síntoma de enfermedad del hígado en las primeras etapas del trastorno. A medida que progresa el daño o la disminución en la función hepática, pueden empezar a notarse alteraciones o cambios de tipo físicos en ciertas regiones del cuerpo. Algunos de estas alteraciones comprenden:

  • Hinchazón abdominal. El abdomen hinchado o aumentado de volumen puede significar la presencia de líquido, condición llamada ascitis. Esto se debe a un desequilibrio de proteínas y otros compuestos, que hace acumular líquido en el abdomen. En algunas ocasiones, la hinchazón se puede extender a las manos, los tobillos y los pies.
  • Moretones o hematomas. Cuando el hígado se encuentra dañado se produce una menor cantidad de proteínas, especialmente las que ayudan a la coagulación normal de la sangre, lo que se puede traducir en sangrado por falta de coagulación y en la aparición de moretones.
  • Fatiga y debilidad. Pueden representar algún trastorno del funcionamiento hepático, así como una disminución del oxígeno en la sangre y acumulación de residuos tóxicos que no pueden ser eliminados por vía hepática.
  • Pérdida de apetito. La pérdida de apetito, o de peso son algunos de los primeros síntomas de un trastorno hepático. Por ejemplo, en las primeras etapas de un hepatitis, suelen presentarse, pérdida del apetito y de peso.
  • Dolor abdominal. Enfermedades como la cirrosis, ocasionan dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen, o justo por debajo de las costillas inferiores derechas. El dolor puede ser de tipo punzante y presentarse de manera intermitente.

Signos y síntomas de mal funcionamiento hepático

Algunos de estos signos y síntomas incluyen:

  • Prurito (picazón) de la piel que en ciertas ocasiones puede ser muy intenso.
  • Uñas quebradizas y de coloración blanquecinas.
  • Dedos en palillo de tambor, que es una deformación de las puntas de los dedos, haciendo que éstos se vuelvan más anchos.
  • Caída del cabello.
  • Hemorragia nasal y de las encías que puede aparecer de forma frecuente.
  • Calambres musculares.
  • En los varones, presencia de ginecomastia (aumento del tamaño de las tetillas) y testículos encogidos.
  • En las mujeres, periodos menstruales irregulares que pueden llegar a la amenorrea (ausencia del ciclo menstrual).
  • Disnea (dificultad para respirar).
  • Taquicardia.
  • Fiebre y escalofríos.
  • Confusión mental, somnolencia y coma en estados más graves.
  • Cambios de la personalidad.
  • Temblor en las manos.
  • Trastornos estomacales.
  • Alteración de los patrones normales de sueño.
  • Arañas vasculares, que son trastornos de los capilares sanguíneos que se manifiestan en forma de araña en la piel, por encima de la cintura.
  • Ictericia. Es el color amarillento de la piel y las conjuntivas presente en algunos trastornos hepáticos como la hepatitis, debido a la acumulación del pigmento biliar denominado bilirrubina, el cual al no ser eliminado de manera adecuada, puede acumularse en el torrente sanguíneo, además de tornar la orina de un color oscuro, y a su vez, volver las heces pálidas o blanquecinas por la falta del pigmento biliar.
  • Trastornos del sensorio o cognitivos. Si el hígado no funciona bien, ciertas sustancias (amonio), pueden acumularse excesivamente en la sangre y viajar al cerebro, provocando cambios de la personalidad, trastornos del pensamiento y la memoria, que incluso pueden llegar a la pérdida del conocimiento o al coma, trastorno conocido como encefalopatía hepática.
  • Vómitos. Las náuseas y los vómitos persistentes, suelen ser síntomas comunes de la enfermedad hepática y constituyen una reacción del organismo a la acumulación de productos de desecho en la sangre, los cuales normalmente son metabolizados por el hígado sano.
  • Cálculos biliares. La presencia o la acumulación de cálculos en la vesícula puede desencadenar dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen (cólico biliar), los cuales se incrementan después de ingerir comidas muy grasosas. Si además, hay un proceso infeccioso de por medio, puede aparecer fiebre.

Afecciones hepáticas más comunes

Las enfermedades del hígado pueden ser producidas por muchas causas. Algunos de los trastornos más importantes comprenden:

  • Infecciosas. Algunos agentes patógenos como virus y parásitos pueden desencadenar un proceso infeccioso en el hígado. Los virus que producen lesión hepática pueden adquirirse por medio de la sangre, el semen, el agua, o los alimentos contaminados, o por estar en contacto cercano o íntimo con una persona infectada. Las hepatitis virales más comunes son las producidas por los virus A (VHA), B (VHB) y C (VHC).
  • Trastornos genéticos. Estas enfermedades se originan por la herencia de genes alterados o defectuosos de padres a hijos, lo que logra que ciertas sustancias se acumulen en el hígado y provoquen daño en su estructura y funcionamiento. Algunas de estas enfermedades genéticas comprenden:
  • Hemocromatosis.
  • Enfermedad de Wilson.
  • Deficiencia de alfa-1 antitripsina.
  • Tumores malignos. El cáncer puede afectar al hígado (adenoma hepático) o, a las vías biliares.
  • Enfermedades autoinmunes. Los trastornos autoinmunes que lesiones ciertas regiones del organismo también pueden afectar al hígado. Entre otras, se encuentran la hepatitis autoinmune, la colangitis biliar primaria y la colangitis esclerosante primaria.

Otras causas de enfermedad del hígado también incluyen:

  • Abuso crónico del alcohol.
  • Hígado graso (enfermedad grasa del hígado no ocasionada por el alcohol).
  • Algunos fármacos recetados por el médico, o de venta libre.
  • Compuestos a base de hierbas.

Factores de Riesgo de daño hepático

Existen algunos factores que pueden incrementar la probabilidad de padecer una enfermedad hepática:
  • Diabetes tipo 2.
  • Abuso del consumo de alcohol.
  • Drogas de uso parenteral por abuso, o por compartir agujas.
  • Se considero un factor de riesgo de enfermedad del hígado a las transfusiones de sangre hasta antes de 1992.
  • Aplicación de tatuajes o piercings en el cuerpo.
  • Promiscuidad sexual o relaciones sexuales sin protección.
  • Exposición a sustancias químicas de elevada toxicidad.
  • Enfermedades hereditarias.

Dr. William Bonifaz B.


Referencias


















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